¿Quién no se ha tomado un café a lo largo de la última semana? ¿O varios en este día? Sigue siendo un tema que provoca muchos comentarios, y por ello en los últimos años se están realizando investigaciones sobre sus repercusiones en la salud.
Aquí quiero resumiros los hallazgos más significativos de un estudio publicado en una revista de la Sociedad Europea de Cardiología (European Journal of Preventive Cardiology), liderado por David Cheing, donde concluyen que beber entre dos y tres tazas de café cada día, ya sea molido, instantáneo o descafeinado, se asocia a reducciones significativas en el diagnóstico de enfermedades cardiovasculares y en la mortalidad.
El objetivo de este estudio fue evaluar las asociaciones entre los subtipos de café y su repercusión sobre enfermedades cardiovasculares, utilizando datos del Biobank del Reino Unido. El tamaño del estudio es considerable, 449.563 personas, con una edad media de 58 años, 55% mujeres, sin enfermedades cardiovasculares al comienzo del seguimiento, que aportaron datos en unos cuestionarios sobre su consumo diario de café y su tipo de café favorito.
El seguimiento fue de 12.5 años, y se registraron alrededor de 28.000 fallecimientos (aprox. el 6% de la muestra).
Es recomendable su total lectura, pero os dejo los principales hallazgos del estudio:
1) El café molido, instantáneo y descafeinado se asoció con reducciones equivalentes en la incidencia de muerte cardiovascular y mortalidad por todas las causas.
2) Dos a tres tazas diarias de todos los subtipos de café se asociaron consistentemente con la mayor reducción del riesgo de muerte cardiovascular, enfermedad coronaria e insuficiencia cardiaca congestiva y mortalidad por todas las causas.
3) El café molido e instantáneo, pero no descafeinado, se asoció con una reducción de las arritmias, incluida la fibrilación auricular, algo que se está evidenciando en los últimos estudios, y que siempre había sido el punto flaco del consumo de café, porque se pensaba que podía inducir o provocar problemas en el ritmo cardiaco.
4) Existe una relación en forma de U entre la ingesta de café con cafeína y la incidencia de cualquier arritmia, incluida la fibrilación auricular. La mayor reducción del riesgo estuvo presente en 4-5 tazas/día.
Los autores concluyen indicando que no se debe desaconsejar el consumo de café leve a moderado de todos los tipos, sino considerarlo parte de un estilo de vida saludable.
Os dejo aquí el enlace al estudio (para leerlo con un café, ¡por supuesto!)
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